Runners: lesiones más frecuentes.
Si eres runner o practicas deporte de manera frecuente sabrás que no es fácil estar siempre al 100%. La sobrecarga muscular, la falta de estiramientos y, en ocasiones, las malas técnicas pueden ocasionar molestas lesiones que, más allá de afectar a tus entrenamientos, afectan a tu vida diaria.
En el caso del aficionado al running, la Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología dio a conocer las principales lesiones a las que se tiene que enfrentar todo runner al menos una vez en toda su vida deportiva.
Índice del artículo
¿Dolor en la espinilla cuando empiezas a correr? Padeces periostitis tibial
La Periostitis tibial o estrés tibial produce dolor en las espinillas o en la zona interior de la tibia. Éste se hace más intenso al empezar a correr, y va remitiendo a medida que la zona afectada entra en calor. El impacto del running sobre las piernas del corredor es su desencadenante principal, aunque también influyen otros factores como una mala postura y técnica de carrera.
Lo más recomendable cuando se empieza a sentir dolor es suspender los entrenamientos durante unos días.
¿Dolor en el centro de la rodilla? Tienes rodilla de corredor
El sobre esfuerzo, rodilla desalineada, muslos rígidos, e incluso, pies planos pueden ser los motivos de ésta lesión.
Requiere tratamiento específico para atajar el problema de raíz. El descanso y potenciar las zonas de los gemelos, isquiotibiales, cuádriceps y glúteos contribuyen a minimizar las molestias.
¿Dolor en la planta del pie? Tienes fascitis plantar
Esta lesión viene originada por una inflamación de la fascia plantar en la zona próxima al talón. Lo más indicado para disminuir el dolor consiste en estirar correctamente tanto la pierna como el pie. Una pelota de tienes es un buen recurso para darse un masaje en el tendón, girando el pie encima de la bola.
¿Dolor repentino, rápido hinchazón y llamativo cardenal en la piel? Se acaba de hacer usted un esguince
El esguince es una de las lesiones más frecuentes en deportistas. Suele producirse por un simple tirón o torcedura. El entrenamiento por superficies irregulares o resbaladizas puede aumentar el riesgo de producirse un esquince.
No existe una fórmula mágica para prevenir el esguince, simplemente debemos adquirir el hábito de calentar antes de iniciar el entrenamiento para la musculatura de nuestro cuerpo esté mejor preparada para la exigencia física.
Más Info en | Sociedad Española de Cirugía Ortopédica y Traumatología